jueves, 23 de junio de 2016

V Concurso relato Corto AMPA EIS LA SENDA. Textos ganadores Categoría A

Viaje hacia la perdición
Alex Navarro 



 Esta es una historia de una niña llamada Sara, que vivía en la ciudad de Damasco y tenía 9 años. Era feliz con su familia, a pesar de llevar un tiempo de guerra, su padre se llamaba Karim y era profesor del colegio donde Sara estudiaba. Su madre se llamaba Aisha y era ama de casa y encargada de cuidar de ella y sus dos hermanos, Hassan con 13 años y Malek con 6.

Desde que empezó la guerra sus padres procuraban que este hecho les afectara lo menos posible, llevando así una vida corriente y lo más parecida a la que tenían antes. Sin embargo, cada vez la guerra, que empezó siendo una tontería, se iba complicando mas. Su familia y sus amigos empezaron a marcharse a Europa. Sara y su familia también querían marcharse, pero su padre no quería abandonar ni Siria, ni su casa ni su vida allí.

Sara iba creciendo y cada vez se percataba más del peligro de la guerra. Algunas de sus amigas se habían ido y las que quedaban tenían algún conocido o familiar fallecido. Le daba miedo ir sola por la calle y la única música que había era las bombas estallando. Sara cuando se iba a dormir siempre recordaba como era su vida antes de la guerra. Jugaba con sus amigas, en la calle y le encantaba ir al colegio, porque era una niña que le gustaba mucho aprender. Ahora nada era igual, ya no se podía jugar en la calle ni ir al colegio. Todas las noches lloraba hasta que se quedaba dormida. No entendía a su padre, ni la razón por la que seguían allí.
Sus ganas de emigrar a Europa y de aprender, y como no podía ir al colegio, le hicieron ponerse a estudiar ella sola inglés en su casa. Como era tan lista no le costó aprender la lengua.
Un día en el que la guerra ya llevaba 3 años aproximadamente, el padre de Sara, Karim, se iba al colegio como hacia diariamente. Ese día Sara, como muchos otros días, decidió irse con él. A su padre no le gustaba que se fuera con él, porque era muy peligroso. A las niñas no les dejaban ir al colegio y si llegaban los guerrilleros y la veían allí era peligroso para ella y para su padre.
Cuando los guerrilleros entraban al colegio, Sara se escondía rápidamente.  A pesar de lo peligroso que era, Karim disfrutaba mucho de la compañía de Sara. Le gustaba ver lo feliz que estaba su hija. Al contrario que Sara, los hermanos no tenían ningún problema en ir al colegio, por eso se iban solos.
 Salieron de casa Sara y su padre dirección al colegio. Era una mañana nublada y fría. Iban los dos de la mano comentando un problema de matemáticas, Sara se lo pasaba muy bien cuando mantenía esas conversaciones con su padre y Karim también disfrutaba. De repente sobre ellos se oía un ruido muy fuerte, toda la gente de su alrededor comenzó a correr y a gritar. Sara no era consciente de lo que ocurría pero su padre le agarro más fuerte la mano y echó a correr. Empezaron a oír estallidos a su alrededor y su padre le gritó : -¡Son aviones!  ¡ Nos están bombardeando! -. Sara corría como nunca lo había hecho. Tenía mucho miedo, más que en toda su vida. De pronto oyó una explosión mucho más fuerte, más cercana y todo ahora era negro. Ya no notaba la mano de su padre, pero lo escucho gritar: -¡Sara corre, corre, corre!-. Sara no lo veía, no veía nada  -¡papa no veo nada! ,¿dónde estás
  Su padre ya no contestaba. Dejaron de escucharse estallidos y comenzaban a oírse quejidos y lloros. El miedo a Sara no le dejaba moverse. Alguien se acercó pero no podía verle, solo lo oía. Ella le dijo:-¿dónde está mi padre?-.
Empezó a llegar  gente que le ayudó. A su padre y a ella le alcanzó una bomba, ella perdió la vista y su padre la vida.
Al morir su padre, que era el que quería seguir en Siria, la familia se puso en marcha para poder emigrar a Europa. Aunque Hassan, el hermano mayor de Sara, después de enterarse de la procedencia de la bomba que mató a su Padre y dejó ciega a su hermana , ya no tenía tan claro que los occidentales fueran los buenos. En cambio Sara, estaba convencida de que en Europa su única barrera sería su ceguera y no otros aspectos como ser mujer.
Ellos para llegar a Europa necesitaban contactar con una mafia, cosa que no era fácil, aún siendo una familia acomodada. Tras varios meses, y con la ayuda de amigos y conocidos, consiguieron negociar con una mafia su salida de Siria. Esto provocó que todos los ahorros que tenían fueran entregados a la mafia y se quedaron en la ruina.
Una fría noche del mes de Enero comenzó el viaje de Sara y su familia hacia occidente. Hassan, seguía sin estar muy convencido de ir a Europa, pero al morir su padre él sentía la responsabilidad de llevar el rumbo de la familia.
Tuvo que resignarse a la decisión que su madre y hermanos eligieron. El viaje fue largo, duro y muy peligroso. Tuvieron que convivir varios meses con personas de diferentes clases sociales pero en su misma situación, escapar de una guerra sin sentido. Pasaron frio, hambre, dolor…                                                            
  Fueron viendo como los más débiles, niños y ancianos, se iban quedando por el camino. Por fin llegaron a Turquía, ya estaban a un paso de Europa, pero encontrarían una nueva dificultad. Europa estaba blindada, era difícil atravesar sus fronteras. Esto obligó a Sara y su familia a permanecer en Turquía unos meses, hasta que encontraran la forma de poder llegar. Estaban en un campamento con cientos de refugiados mas y en muy malas condiciones.
Hassan hizo amistad con un grupo de chicos de su edad. A Sara estas amistades no le causaban muy buena impresión. Notaba que su hermano había cambiado mucho, sus modales eran más agresivos y cada vez era más radical con la vida occidental. Comenzó a ir a unas reuniones hasta altas horas de la noche. Intentaba convencer a la familia para que se quedaran en Turquía. Les decía que para los occidentales ellos eran escoria, y que no respetaban ni su religión ni sus creencias. Sara esto no lo quería ni escuchar, porque para ella occidente era su libertad. Sara, una noche, espero a que su hermano volviera de una de sus reuniones misteriosas. Cuando Hassan regresó, por el tono de voz´, Sara pudo detectar lo eufórico que venía. Sara le reprochó que mientras él perdía el tiempo en esas absurdas reuniones, ella, gracias a el inglés que había aprendido, estaba buscando soluciones para salir de allí. Y él le dijo :-Cállate mujer. Vosotras no podéis opinar-. Sara le contestó:- No puedo opinar,¿ por mujer o por ciega?.
-No puedes opinar por mujer, y tu ceguera te hace inútil-. En ese momento Hassan empujó a Sara tirándole al suelo. Su madre apareció, -¿pero que haces? ¡Es tu hermana!-
-Es una mujer, como tú-. Malek, el hermano pequeño, observaba asustado. No reconocía a su hermano. Hassan lo miró y le dijo:-Me voy, vente conmigo-.Malek negó con la cabeza y corrió hacia su madre. Hassan con rostro enfadado dijo:-esta no es mi familia, me voy con mi verdadera familia-.

Gracias a la fluidez de inglés de Sara, la familia consiguió ponerse en contacto con unas personas que les prometieron llegar hasta Grecia por mar. Esto era muy peligroso, pero tanto Sara como su madre y hermano estaban dispuestos a cualquier cosa. El dinero lo sacaron de un ahorro secreto de la madre y así pudieron pagar los pasajes.
Por fin en un día de octubre lluvioso Sara y lo que quedaba de su familia embarcaron en una pequeña lancha hinchable. Esta solo tenía capacidad para diez personas, pero embarcaron veintiuna. Para lo peligroso que era, todo iba bastante bien, aunque todos tenían mucho miedo y estaban en silencio.
Pasaron la noche en la lancha. Yo creo que fue la peor noche de sus vidas. Cuando por fin amaneció vieron tierra. Parecía que ya lo habían conseguido, cuando con un estruendo enorme explotó el motor de la lancha dejándolos así a la deriva. Por si no fuera poco uno de los viajeros de la lancha, con la explosión, cayó al agua. Sara que no lo vio, pero lo escucho, intentó a ayudarlo, pero terminó cayendo ella también. Su madre y su hermano acudieron a ayudarla. Su hermano sin miedo se lanzó al agua y cogió a Sara y esta agarró con fuerza al chico que había caído. Aisha, la madre de Sara, los logró coger, con la ayuda de la demás gente. Ya cuando casi estaban los tres en la lancha, Sara perdió el equilibrio y volvió a caer al agua, pero esta vez lejos de la lancha. Enseguida todos se combinaron y con las manos lograron remar hasta ella y  consiguieron subirla a la lancha. Una vez todos en el barco vino un equipo de rescate y los remolcaron hasta la orilla.

Sara, Aisha y Malek estaban como en un sueño, por fin lo habían conseguido. Estaban en Europa. Atrás dejaban un hijo, un hermano, miseria, hambre, miedo… Ya habían cumplido su objetivo. No sabían que el viaje aún no había acabado…  


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