Viaje hacia la
perdición
Alex Navarro
Alex Navarro
Esta es una historia de
una niña llamada Sara, que vivía en la ciudad de Damasco y tenía 9 años. Era
feliz con su familia, a pesar de llevar un tiempo de guerra, su padre se
llamaba Karim y era profesor del colegio donde Sara estudiaba. Su madre se
llamaba Aisha y era ama de casa y encargada de cuidar de ella y sus dos
hermanos, Hassan con 13 años y Malek con 6.
Desde que empezó la
guerra sus padres procuraban que este hecho les afectara lo menos posible,
llevando así una vida corriente y lo más parecida a la que tenían antes. Sin
embargo, cada vez la guerra, que empezó siendo una tontería, se iba complicando
mas. Su familia y sus amigos empezaron a marcharse a Europa. Sara y su familia
también querían marcharse, pero su padre no quería abandonar ni Siria, ni su
casa ni su vida allí.
Sara iba creciendo y cada
vez se percataba más del peligro de la guerra. Algunas de sus amigas se habían
ido y las que quedaban tenían algún conocido o familiar fallecido. Le daba
miedo ir sola por la calle y la única música que había era las bombas
estallando. Sara cuando se iba a dormir siempre recordaba como era su vida
antes de la guerra. Jugaba con sus amigas, en la calle y le encantaba ir al
colegio, porque era una niña que le gustaba mucho aprender. Ahora nada era
igual, ya no se podía jugar en la calle ni ir al colegio. Todas las noches
lloraba hasta que se quedaba dormida. No entendía a su padre, ni la razón por
la que seguían allí.
Sus ganas de emigrar a
Europa y de aprender, y como no podía ir al colegio, le hicieron ponerse a
estudiar ella sola inglés en su casa. Como era tan lista no le costó aprender
la lengua.
Un día en el que la
guerra ya llevaba 3 años aproximadamente, el padre de Sara, Karim, se iba al
colegio como hacia diariamente. Ese día Sara, como muchos otros días, decidió
irse con él. A su padre no le gustaba que se fuera con él, porque era muy
peligroso. A las niñas no les dejaban ir al colegio y si llegaban los
guerrilleros y la veían allí era peligroso para ella y para su padre.
Cuando los guerrilleros
entraban al colegio, Sara se escondía rápidamente. A pesar de lo
peligroso que era, Karim disfrutaba mucho de la compañía de Sara. Le gustaba
ver lo feliz que estaba su hija. Al contrario que Sara, los hermanos no tenían
ningún problema en ir al colegio, por eso se iban solos.
Salieron de casa Sara y su padre dirección al
colegio. Era una mañana nublada y fría. Iban los dos de la mano comentando un
problema de matemáticas, Sara se lo pasaba muy bien cuando mantenía esas
conversaciones con su padre y Karim también disfrutaba. De repente sobre ellos
se oía un ruido muy fuerte, toda la gente de su alrededor comenzó a correr y a
gritar. Sara no era consciente de lo que ocurría pero su padre le agarro más
fuerte la mano y echó a correr. Empezaron a oír estallidos a su alrededor y su
padre le gritó : -¡Son aviones! ¡ Nos están bombardeando! -. Sara corría
como nunca lo había hecho. Tenía mucho miedo, más que en toda su vida. De
pronto oyó una explosión mucho más fuerte, más cercana y todo ahora era negro.
Ya no notaba la mano de su padre, pero lo escucho gritar: -¡Sara corre, corre, corre!-.
Sara no lo veía, no veía nada -¡papa no veo nada! ,¿dónde estás
Su padre ya
no contestaba. Dejaron de escucharse estallidos y comenzaban a oírse quejidos y
lloros. El miedo a Sara no le dejaba moverse. Alguien se acercó pero no podía
verle, solo lo oía. Ella le dijo:-¿dónde está mi padre?-.
Empezó a llegar
gente que le ayudó. A su padre y a ella le alcanzó una bomba, ella perdió la
vista y su padre la vida.
Al morir su padre, que
era el que quería seguir en Siria, la familia se puso en marcha para poder
emigrar a Europa. Aunque Hassan, el hermano mayor de Sara, después de enterarse
de la procedencia de la bomba que mató a su Padre y dejó ciega a su hermana ,
ya no tenía tan claro que los occidentales fueran los buenos. En cambio Sara,
estaba convencida de que en Europa su única barrera sería su ceguera y no otros
aspectos como ser mujer.
Ellos para llegar a
Europa necesitaban contactar con una mafia, cosa que no era fácil, aún siendo
una familia acomodada. Tras varios meses, y con la ayuda de amigos y conocidos,
consiguieron negociar con una mafia su salida de Siria. Esto provocó que todos
los ahorros que tenían fueran entregados a la mafia y se quedaron en la ruina.
Una fría noche del mes de
Enero comenzó el viaje de Sara y su familia hacia occidente. Hassan, seguía sin
estar muy convencido de ir a Europa, pero al morir su padre él sentía la
responsabilidad de llevar el rumbo de la familia.
Tuvo que resignarse a la
decisión que su madre y hermanos eligieron. El viaje fue largo, duro y muy peligroso.
Tuvieron que convivir varios meses con personas de diferentes clases sociales
pero en su misma situación, escapar de una guerra sin sentido. Pasaron frio,
hambre, dolor…
Fueron viendo
como los más débiles, niños y ancianos, se iban quedando por el camino. Por fin
llegaron a Turquía, ya estaban a un paso de Europa, pero encontrarían una nueva
dificultad. Europa estaba blindada, era difícil atravesar sus fronteras. Esto
obligó a Sara y su familia a permanecer en Turquía unos meses, hasta que
encontraran la forma de poder llegar. Estaban en un campamento con cientos de refugiados
mas y en muy malas condiciones.
Hassan hizo amistad con
un grupo de chicos de su edad. A Sara estas amistades no le causaban muy buena
impresión. Notaba que su hermano había cambiado mucho, sus modales eran más
agresivos y cada vez era más radical con la vida occidental. Comenzó a ir a
unas reuniones hasta altas horas de la noche. Intentaba convencer a la familia
para que se quedaran en Turquía. Les decía que para los occidentales ellos eran
escoria, y que no respetaban ni su religión ni sus creencias. Sara esto no lo
quería ni escuchar, porque para ella occidente era su libertad. Sara, una
noche, espero a que su hermano volviera de una de sus reuniones misteriosas.
Cuando Hassan regresó, por el tono de voz´, Sara pudo detectar lo eufórico que
venía. Sara le reprochó que mientras él perdía el tiempo en esas absurdas
reuniones, ella, gracias a el inglés que había aprendido, estaba buscando
soluciones para salir de allí. Y él le dijo :-Cállate mujer. Vosotras no podéis
opinar-. Sara le contestó:- No puedo opinar,¿ por mujer o por ciega?.
-No puedes opinar por
mujer, y tu ceguera te hace inútil-. En ese momento Hassan empujó a Sara
tirándole al suelo. Su madre apareció, -¿pero que haces? ¡Es tu hermana!-
-Es una mujer, como tú-.
Malek, el hermano pequeño, observaba asustado. No reconocía a su hermano.
Hassan lo miró y le dijo:-Me voy, vente conmigo-.Malek negó con la cabeza y
corrió hacia su madre. Hassan con rostro enfadado dijo:-esta no es mi familia,
me voy con mi verdadera familia-.
Gracias a la fluidez de
inglés de Sara, la familia consiguió ponerse en contacto con unas personas que
les prometieron llegar hasta Grecia por mar. Esto era muy peligroso, pero tanto
Sara como su madre y hermano estaban dispuestos a cualquier cosa. El dinero lo
sacaron de un ahorro secreto de la madre y así pudieron pagar los pasajes.
Por fin en un día de
octubre lluvioso Sara y lo que quedaba de su familia embarcaron en una pequeña
lancha hinchable. Esta solo tenía capacidad para diez personas, pero embarcaron
veintiuna. Para lo peligroso que era, todo iba bastante bien, aunque todos
tenían mucho miedo y estaban en silencio.
Pasaron la noche en la
lancha. Yo creo que fue la peor noche de sus vidas. Cuando por fin amaneció
vieron tierra. Parecía que ya lo habían conseguido, cuando con un estruendo
enorme explotó el motor de la lancha dejándolos así a la deriva. Por si no
fuera poco uno de los viajeros de la lancha, con la explosión, cayó al agua.
Sara que no lo vio, pero lo escucho, intentó a ayudarlo, pero terminó cayendo
ella también. Su madre y su hermano acudieron a ayudarla. Su hermano sin miedo
se lanzó al agua y cogió a Sara y esta agarró con fuerza al chico que había
caído. Aisha, la madre de Sara, los logró coger, con la ayuda de la demás
gente. Ya cuando casi estaban los tres en la lancha, Sara perdió el equilibrio
y volvió a caer al agua, pero esta vez lejos de la lancha. Enseguida todos se
combinaron y con las manos lograron remar hasta ella y consiguieron subirla a la lancha. Una vez
todos en el barco vino un equipo de rescate y los remolcaron hasta la orilla.
Sara, Aisha y Malek
estaban como en un sueño, por fin lo habían conseguido. Estaban en Europa.
Atrás dejaban un hijo, un hermano, miseria, hambre, miedo… Ya habían cumplido
su objetivo. No sabían que el viaje aún no había acabado…
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