Hace algunas semanas, intentando poner un poco de orden en los cajones y de paso aligerar espacio, me encontré con un viejo calendario de Mafalda. En un rincón de esas cajas en que vas guardando todo aquello que no te atreves a tirar ,estaba él, medio escondido pero muy ufano de haberse ido librando de esos " trances tiradores" en los que, al ser consciente de que no lo puedes guardar todo por mucho que haya significado para ti en su momento, te decides a actuar: ¡ya está!, a la papelera de reciclaje (aunque para hacer menos doloroso sentimentalmente el trance, primero lo metes en cualquier bolsa de plástico con los otros desechos y de allí, disfrazando el ominoso exterminio, a la basura) Pues, sí, allí estaba el anuario de Mafalda, con su viñeta para cada día. Fue ineludible enredarme a hojearlo y ,cómo no, a entretenerme de nuevo con las ocurrencias de esa niña entrañable a la que no le gustaba la sopa. Pensé entonces que la mayoría de las viñetas seguían teniendo plena actualidad, que el cuestionamiento y la crítica que hacía Quino sobre los problemas económicos y sociales de aquel tiempo apenas si han variado e, incluso, en algunos aspectos , han empeorado sensiblemente.
Hoy, en la prensa, me he encontrado diversos artículos sobre la celebración en este año del cincuentenario de la aparición de Mafalda.
Sí, esta niña sincera e idealista, que comentaba con ingenuidad lúcida las contradicciones del mundo adulto, fue creada en 1964 por Quino. Era un reflejo de un momento muy puntual , el de la clase media progresista de la Argentina de los sesenta pero ella y el coro de sus compadres -el bruto de Manolito, Felipe, Susanita, Miguelito, Libertad o Guille- han trascendido las fronteras temporales y espaciales y cincuenta años después mantienen su gracia y su eficacia, su actualidad.Cincuenta años después el espíritu crítico e inconformista de Mafalda es necesario, debe seguir vivo. Sus comentarios sobre las injusticias, la guerra, el abuso de poder, la desigualdad, el deterioro del medio ambiente, la corrupción y los múltiples problemas que nos acucian hoy serían idénticos. De existir como personaje de carne y hueso tendría problemas, seguramente sería considerada un personaje peligroso, una especie de joven "antisistema" a la que habría que vigilar de cerca.
Juzgad , por las viñetas que siguen, la actualidad del personaje.
Para los que no la conozcáis, os presento a Mafalda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario