Adiós Albatros

Este fin de semana nos hemos despedido del cine Albatros. Es una pena.

Seguro que la mayoría de vosotros ni lo habíais oído nombrar: era un cine muy especial. El primer cine valenciano que apostaba por versiones originales y apoyo al cine europeo. Luego la misma empresa abrió el cine Babel, que parece resistir bien, afortunadamente.

Albatros y Babel: Cine sin palomitas (sí, sin palomitas, aunque a alguno le parezca casi incomprensible) Cine sin maleducados que confunden la sala con el salón de su casa. Cine de salas pequeñas, donde acudir solo o con amigos. Cine en versión original para comprobar si avanzamos por fin en ese “inglés/francés/alemán…” que se nos resiste (sobresaliente, si somos capaces de prescindir de los subtítulos) Cine para disfrutar de la voz sin doble de las estrellas.
Años de cine, que se complementaba muchas veces con cena en su cafetería: tapa, cervecita y bocata - antes o después de la peli - y la conversación siempre grata de los amigos…

Después de casi 25 años a este Albatros – como al de Baudelaire, al que supongo que debe el nombre - los vientos actuales que arrasan con todo aquello que no huela a rentabilidad y beneficio le han cortado sus alas.

Son bastantes las películas de las que he disfrutado en sus salas: Agua, Te doy mis ojos, Al otro lado, Pequeña Miss Sunshine, El método, Sostiene Pereira, Cobardes, La cinta blanca, The Reader, Ça commence aujourd'hui, Paris, je t'aime, El laberinto del fauno, El secreto de sus ojos...
Todas ellas os las recomiendo. Como os recomiendo que vayáis descubriendo el gusto por la buena película en un buen cine.