sábado, 9 de enero de 2016

ALICIA EN EL PAÍS DE LOS CORAZONES

Esta es una entrada que recoge uno de los cuentos que redactaron en equipo los alumnos de 3º B de ESO. Se trata del relato que conjuntamente idearon Luz Castillo, Sofía Gil, Marta Martínez y Ainhoa Sánchez.
 Seguro que os gusta.


ALICIA EN EL PAÍS DE LOS CORAZONES

La víctima quedó en el suelo con el pecho abierto y un hueco en el interior. Con un corazón en sus manos alguien salió por la ventana
***
La reina esperaba ansiosa su pedido.
-Has tardado mucho, espero que lleves lo que te pedí...
Alicia llevaba una rosa extraña pero bonita. La rosa tenía un especial tono de rojo que goteaba y manchaba el suelo de muerte. Alicia le pidió a la reina, con mucho respeto, que la acompañara a ver su recompensa. Ambas llegan a una sala grande, muy muy grande. Tenía las paredes de cristal. Eran más bien vitrinas. Pero no estaban vacías, en su interior relucían unos rojos y llamativos corazones. Había muchísimos, mil por lo menos. Ellas los miraron con naturalidad y Alicia acerco a la reina hasta la nueva pieza.
-Cada día me asombras más, increíble Alicia.
Alicia le dirigió una mirada confiada y pensó, “soy irreemplazable, la reina no podría hacer esto sin mi” aunque de su boca no salieron aquellas palabras.
-Gracias, Reina –concluyó Alicia
Los ciudadanos tenían mucho miedo, La gente no quería salir a la calle, pero sabían que en casa tampoco estaban seguros. La ciudad estaba aterrorizada. ¿Quién sería la próxima víctima?
Mientras, en el palacio, Alicia se encontraba en su habitación mirando al techo y pensando en nada y todo. Alicia tenía una apariencia de niña buena, pero en el fondo su corazón estaba lleno de odio y envidia, a veces sus oscuros pensamientos superaban las maldades que siquiera la reina imaginaba. Alicia pensó y pensó y después de darle mil y una vueltas pensó “yo soy muy útil para la reina porque a ella le costaría mucho coger los corazones, pero yo, yo soy joven y podría montar mi propio imperio”. Pues esa misma noche se fugo del palacio. Tal vez fue una mala decisión. Alicia sabía que desde ese instante su vida correría tanto peligro como la del resto del pueblo.
***
Una semana más tarde la reina estaba corroída por la ira. Ni siquiera se molestó en mandar a nadie a por Alicia, ella misma decidió encargarse de todo.
Alicia había encontrado una cabaña en el bosque, lejos del peligro, o eso pensaba ella. Alicia creó su propio imperio y empezó a robar corazones igual que lo hacía con la reina
***
Pasaron unos años y Alicia había logrado alcanzar un gran número de corazones. Mientras, en el palacio, la reina continuaba su búsqueda sin darse por vencida.
Alicia consiguió muchos corazones. En ese mismo instante ella salió a ampliar su colección. Esta vez la víctima era una chica joven, de unos veinti pocos años y con el corazón fuerte y grande. La joven estaba tumbada, durmiendo, en el dormitorio del piso de arriba. La pobre estaba metida en un profundo sueño, su último sueño. Alicia subió las escaleras con sigilo para evitar que se despertara. Llego al piso de arriba y sacó de su cinturón de cuero un cuchillo increíblemente grande con la hoja muy afilada. Alicia robaba corazones pero se encargaba de que su víctima sufriera lo menos posible. Lo clavó con mucha fuerza para que fuera rápido. Trazó una línea que bajaba hasta el abdomen y con sus mismas manos lo sacó.
Llego a su cabaña y colocó el corazón en la vitrina. Ese era su corazón número mil cincuenta, los mismos que tenía la reina. Alicia se fue a dormir con sus objetivos cumplidos.
Esa noche Alicia había estado pensando y tras muchos, mejor, muchísimos pensamientos sin sentido se le ocurrió su plan final. Su obra maestra con la que completaría su colección. Alicia quería el corazón de la reina.
***

Pasaron un par de semanas Alicia lo tenía todo preparado. Se levantó temprano y no desayunó nada. Antes de salir se paró a mirar su gran colección, su mirada era asustadiza y nerviosa tanto como de pena, era la primera vez que Alicia experimentaba ese tipo de sentimientos. Cargó con todos sus artilugios y salió por la puerta. Llegó al palacio muy pronto. Alicia que se conocía muy bien aquello entró por la puerta trasera. Subió las escaleras hasta el piso superior, la reina se encontraba allí. Alicia desenfundó su arma y se acercó hasta sentir los latidos del corazón de la reina. En ese mismo momento se le pasaron más de un millón de pensamientos por la cabeza. Alicia con fuerza clavó su cuchillo en el corazón pero no en el de la reina, en el suyo.

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