Un relato de Iván Ferrer, de 1ª de ESO

 LAZOS DE HERMANOS

Hola, soy Axel y tengo veinte años, y lo que voy a hacer es contaros mi historia.
Desde el primer día que nací llevaba una marca en el hombro. No sabía qué era.

La historia comienza cuando yo tenía 14 años. Tengo el pelo blanco y ojos verdes, mido 1,70. Soy bastante gracioso (me gusta hacer el payaso). Vivo en España, concretamente en Valencia, y mi instituto se llama La Senda.

Un día estaba en el instituto haciendo bromas con mi amigo Pau, cuando le hicimos una broma a mi hermana mayor. Consistía en coger una serpiente de broma,  y con hilo enganchársela al bolsillo para hacer como que la serpiente le persigue. Nos reímos mucho. Después mi hermana me dijo que estaba harta de mí, que no era de verdad su hermano, que era adoptado. Yo, por la tristeza al decirme tal cosa mi hermana, le contesté que era mejor ser adoptado que una hija no deseada. Me fugué llorando. Todos abuchearon a Andrea, que era mi hermana.

Días después yo no quería comer, no salía de la habitación.
Ese mismo día me dijeron que si quería ser estudiante de intercambio. Yo acepté. 
Mi hermana, arrepentida, me dijo que lo sentía, pero no acepté sus disculpas.

Hoy en día, después del tiempo que ha pasado, me sigo arrepintiendo de haberle perdonado. También me arrepiento de lo último que le dije antes de que muriera atropellada dos semanas después (de irme ).

Pasé dos días en avión. La familia que me acogió era muy amable. Tenían un hijo, se llamaba Nicolás. Era como yo, teníamos el mismo pelo y ojos. 

Un día, cuando me estaba cambiando, me vio la marca, y me preguntó que cómo me la había hecho. Le dije que era de nacimiento. Él me dijo que éramos hermanos, tenía la misma marca en el otro hombro. La juntamos y salía un símbolo vikingo que en la cultura decía que era un lazo entre hermanos. 

Al final me quedé con mi familia biológica, y la que me crio se vino aquí a vivir para estar cerca de mí.

Aún sigo viviendo con mi hermano.

Bueno, aquí acaba la historia.


Iván Ferrer- 1º ESO