martes, 26 de febrero de 2013

El vendedor de humo / "Paperman"


En la reciente edición de los Goya (la vigésimo séptima ya)  se adjudicó el premio al mejor cortometraje de animación a este vídeo: "El vendedor de humo" , de Jaime Maestro.
El corto fue desarrollado por un equipo formado por los estudiantes de un máster en animación y diseño 3D impartido por la escuela PrimerFrame de Valencia (parece que todo lo relacionado con la animación, el 3D y otras disciplinas similares pueden tener cierto futuro, sobre todo si luego acaban adaptadas al mundo de los videojuegos).
Narrado en clave metafórica, mi propuesta es que os animéis a dar una interpretación sobre el mismo.

   
   

Otro corto que me parece interesante compartir es 'Paperman' , que recibió hace unos días el Oscar al mejor cortometraje animado.   El relato, producido por Walt Disney Studios, cuenta la historia sobre el amor a primera vista entre dos jóvenes tímidos, unidos al final por una hoja de papel. ¡Ah! ¡La fuerza del destino!

domingo, 10 de febrero de 2013

Confianza, de Pedro Salinas

Hoy quiero compartir aquí un poema de Pedro Salinas: Confianza ( que, por cierto, falta nos hace, asediados como estamos por politicos corruptos o de moral laxa)

Mientras haya
alguna ventana abierta,
ojos que vuelven del sueño,
otra mañana que empieza.

Mar con olas trajineras
—mientras haya—
trajinantes de alegrías,
llevándolas y trayéndolas.

Lino para la hilandera,
árboles que se aventuren,
—mientras haya—
y viento para la vela.

Jazmín, clavel, azucena,
donde están, y donde no
en los nombres que los mientan.

Mientras haya
sombras que la sombra niegan,
pruebas de luz, de que es luz
todo el mundo, menos ellas.

Agua como se la quiera
—mientras haya—
voluble por el arroyo,
fidelísima en la alberca.

Tanta fronda en la sauceda,
tanto pájaro en las ramas
—mientras haya—
tanto canto en la oropéndola.

Un mediodía que acepta
serenamente su sino
que la tarde le revela.

Mientras haya
quien entienda la hoja seca,
falsa elegía, preludio
distante a la primavera.

Colores que a sus ausencias
—mientras haya—
siguiendo a la luz se marchan
y siguiéndola regresan.

Diosas que pasan ligeras
pero se dejan un alma
—mientras haya—
señalada con sus huellas.

Memoria que le convenza
a esta tarde que se muere
de que nunca estará muerta.

Mientras haya
trasluces en la tiniebla,
claridades en secreto,
noches que lo son apenas.

Susurros de estrella a estrella
—mientras haya—
Casiopea que pregunta
y Cisne que la contesta.

Tantas palabras que esperan,
invenciones, clareando
—mientras haya—
amanecer de poema.

Mientras haya
lo que hubo ayer, lo que hay hoy,
lo que venga.

lunes, 4 de febrero de 2013

Intemperie, de Jesús Carrasco

Creo que alguna vez lo he comentado pero, como me llamó tanto la atención, es perdonable que lo repita. La protagonista de 84 Charing cross road -deliciosa novela, por cierto- compraba sólo los libros que había leído y que consideraba que merecían la pena tener. Yo no soy de esas lectoras y a veces compro libros impulsivamente: poque me gusta la portada o la presentación de la  contraportada, porque me lo recomienda alguien, porque oigo una buena critica del mismo, porque me choca el título...
El libro que acabo de leer y al que me apetece dedicarle un comentario, Intemperie de Jesús Carrasco, corresponde a estos últimos y se coló en mi biblioteca bruscamente: la palabra que le da título me había estado rondando en la cabeza, obsesiva -por razones que no interesan aquí- durante toda la mañana y, al final de la misma, me volví a topar con ella al  oír la reseña que en la Cadena Ser le dedicaron al recomendar la obra. Así que, ni corta ni perezosa, por la tarde ya me lo estaba comprando. Y lo he disfrutado y sufrido durante toda la semana.
Pero, bueno, vayamos a lo sustancial. 
Es una novela cuyos protagonistas no tienen nombre (el niño, el aguacil, el cabrero) y con un eje argumental sencillo: la huida de un joven de corta edad de su tierra por razones que en principio no sabemos; la persecución agobiante por parte del alguacil (símbolo de una autoridad opresora e incivil); las dificultades de esconderse y sobrevivir en un territorio inhóspito donde encontrar restos de agua es tarea en la que cada día hay que empeñar la vida ; el encuentro con el cabrero, el hombre del que el niño aprenderá no sólo lo básico para adaptarse a esa tierra yerma y protegerse de sus bárbaras  gentes sino, también, los principios que le permitirán afrontar con dignidad un futuro que no se adivina fácil pero que, al menos, se vislumbra.

Quiero advertir que creo que el libro no va destinado a un lector joven. Tanto por la riqueza y complejidad de su vocabulario como por la historia que narra exige un lector maduro, capaz de apreciar la fuerza de la metáfora vital que propone y la precisión y el preciosismo de un lenguaje con un poder sugeridor impresionante. Por momentos tienes la impresión de que el narrador, unas veces a través de la sugerencia, otras por medio de  frases lapidarias o palabras convulsas va cincelando en el lector paisajes, sensaciones, sentimientos que se experimentan de una forma casi física. Al menos, yo así lo he hecho. Una maravilla de narración.

Así comienza:
"Desde su agujero de arcilla escuchó el eco de las voces que lo llamaban y, como si de grillos se tratara, intentó ubicar a cada hombre dentro de los límites del olivar. Berreos como jaras calcinadas. Tumbado sobre un costado, su cuerpo en forma de zeta se encajaba en el hoyo sin dejarle apenas espacio para moverse. Los brazos envolviendo las rodillas o sirviendo de almohada, y tan sólo una mínima hornacina para el morral de las provisiones. Había dispuesto una tapadera de varas de poda sobre dos ramas gruesas que hacían las veces de vigas. Tensó el cuello y dejó suspendida la cabeza para poder escuchar con mayor claridad y, entrecerrando los ojos, aguzó el oído en busca de la voz que le había obligado a huir. No la encontró, ni tampoco distinguió ladridos y eso le alivió porque sabía que sólo un perro bien adiestrado podría descubrir su guarida."

MUJERES QUE INSPIRAN

  Rosa Parks (1913 – 2005) El primero de diciembre del año 1955, en Montgomery ( Alabama), Rosa, una mujer negra , se sube al autobús que to...